domingo, 16 de octubre de 2011

3MSC

Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia, cuando vuelve el sol. Poco importa ese agua que sobra.
Hay lagrimas en el rostro después de haber llorado, quizás sena de amor o de dolor, de odio o de felicidad.
El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones respirando la brisa que sentimos en la cara. Y una vez más las lagrimas vuelven a nosotros. Como los hechos que hemos perdonado, hechos que en realidad nunca se olvidad.
Cada segundo que pasa, cada luna que surge no hace más que decirnos ¡VIVE! Vive y ama lo que tú eres, ama lo que seas y por lo que seas.

"Y es ahí cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez"





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